CONTINUACIÓN:
Por supuesto que apostar,
aunque siempre Pete Rose lo haya hecho a favor de su propio equipo, es y debe
ser siempre, un motivo de sanción, que no quede duda, creo que ese error debió
de ser motivo de castigo, de eso no tengo la menor duda.
Pero Pete Rose, como
ludópata que era, apostó para sentir la emoción y la adrenalina que genera esa
enfermedad y también para ganar dinero, pero siempre lo hizo a favor del equipo
en el que él militaba, como jugador y como manager; pero, él NUNCA lo hizo en
contra de su propio equipo, es decir, transgredió las reglas de la liga y actuó
sin duda de forma inmoral.
Pero si bien es cierto
era merecedor de un castigo o sanción, lo que él hizo en el terreno deportivo
como jugador, líder de equipo, de coraje, de entrega, pimienta y extraordinario
bateador, NADIE se lo debe regatear.
El fue suspendido por
tiempo indefinido en 1989, hace 36 años y, nunca se habló en su momento, de que
la suspensión, fuera a perpetuidad.
Hay asesinos, estafadores
y corruptos, que sufren sentencias de 5, 10, 15, 20 o 30 años y, muchos, la
gran mayoría, no son sentenciados a cadena perpetua o los condenan a la pena de
muerte.
Por lo que considero muy
exagerado el castigo en contra de uno de los mejores jugadores del béisbol de
todos los tiempos, que, aunque cometió definitivamente el error de apostar estando
prohibido hacerlo, jamás lo hizo en detrimento de su propio equipo.
Él fue un gran GANADOR,
¡siempre!
Recordemos que, al Salón
de la Fama de Cooperstown, se llega por méritos deportivos y Pete Rose, fue
increíblemente bueno jugando al béisbol.
Aquí parte de sus logros
como jugador y bateador:
Bateo .303 de por vida.
(Busquen cuántos
bateadores hay que batearon de por vida, arriba de las .300 milésimas).
Conectó 4,256 hits
(encuentren a otro que lo haya hecho).
Tuvo 10 temporadas de más
de 200 hits. (Muy pocos lo han hecho).
Como jugador ganó 3
series mundiales: 2 series mundiales con los Rojos de Cincinnati y una serie
mundial con Phillies de Philadelphia.
Y, por supuesto, muchas
cifras positivas más, ofensivas y defensivas.
Por último: el ejemplo
del estudiante que copia y hace trampa para obtener buenas calificaciones, de
ninguna manera le aplica al gran Pete Rose; él no copió, ni hizo trampa en
ninguna acción deportiva, nadie corrió las bases por él, nadie fildeó por él, nadie
jugó con la garra y el coraje que lo caracterizó, por él y, nadie bateó con su
destreza, por él, por lo que ese ejemplo, de ninguna manera le aplica a Pete
Rose.
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