Al Bat
Gustavo y Aída: Presentación
Sala Histórica
Saltillo, Coahuila,
México
27 de febrero de 2025
Situar más allá, empujar
las vallas y fronteras que la naturaleza otorgó como dote inicial a través de
la perseverancia el aprendizaje constante y permanente y la determinación y
arrojo de no cejar el empeño en la conquista de sueños y anhelos alcanzando
alturas que permitan la contemplación otros horizontes.
Esa fue la Misión en la
vida del Profesor Gustavo Hodgers Rico.
Dar cumplimiento al
mandato divino de honrar al padre y a la madre con el debido respeto y
consideración, no solo por el vínculo filial y el llamado de la sangre sino
también, por acato al rango de autoridad, siguiendo el rumbo y directriz
trazada a pesar de la ausencia física; honrar su memoria e imitar su ejemplo a
través de acciones y del distinguido trato a los semejantes con empatía,
verdadero humanismo y calidez será, sin asomo de duda, la mejor forma de
aquilatar y preservar su legado".
Hodgers Rico fue una
persona adelantada su época, sin tratar -de manera deliberada- de evitar los
términos -muy desgastados por el uso común-, fue un verdadero hombre de
influencia, forjador y formador de personas de bien antes que atletas de
renombre y de gran cosecha de medallas y reconocimientos; fue también, aunado
al punto anterior, un verdadero detector de talentos; sabía cortar, podar,
tallar, y pulir a un elemento -a un ser humano- en ciernes, era hábil para
esculpir un opaco bloque de mármol para hacer emanar su brillo interior, liberando
todo su esplendor y potencial".
El estratega deportivo
coadyuvó a realzar la identidad de la Universidad de Sonora como institución y
pilar de la Grandeza del Saber y asumirse orgulloso como parte irrenunciable de
su Historia e inculcar el sentido de pertenencia y asumirse Búho por Siempre.
"Su manual de
trabajo, por llamarlo de algún modo, --resumiríamos en sus elementos esenciales
de la siguiente en este tenor: la suma del respeto absoluto, disciplina, tal
cual, sin necesidad de mayores objetivos, y apego a los Fundamentos, y por
supuesto, con la procuración de la empatía, vastos conocimientos de la rama
atlética en cuestión y un elevado concepto de la entrega, pundonor vergüenza
deportiva y un compromiso que no se negocia dentro del terreno cancha, pasto,
pista, o duela; modelo a seguir, ejemplo de motivación y portador un ánimo y
actitud que contagiaron".
Presentación
"Su plan era a la
luz, metáfora de la vida misma quien se considera colaborador, se prodiga con
el esfuerzo de los demás y hace suya las causas de los menos favorecidos será
el día de mañana alguien que se integre y sea adoptado de manera natural y
orgánica como líder de un equipo de trabajo y piedra angular de una familia,
núcleo y célula madre del tejido social, y en cada una de las facetas de su
vida enalteciendo su profesión u oficio. La fecunda vocación y despojo de
actitudes egoístas son premisas básicas.
"El elevado exhorto,
el grado de exigencia fue solo superado -y siempre acompañado- de su don de
gentes, de su trato sincero y sin sellos de su personalidad y carácter" orientador,
consejero, director de orquesta y guía generoso fue su labor y vocación de vida
su dedicación fue, siempre, fomentar la actitud correcta y compartir
conocimiento y técnica".
"Su consejería extracurricular le valieron ser considerado como segundo padre para algunos y para un número todavía mayor el nombrarle, con cariño, admiración, verdadero afecto y reverencia con el distintivo de MAESTRO, título que le calza a la perfección a la vista de los resultados y de la impronta dejada en las dúctiles mentes de las juventudes a su cargo".
"Aida Isibasi de Hodgers, su complemento, fue una mujer que muy lejos de arredrarse ante adversidades y contratiempos que la vida le presentó supo darle la vuelta y tomar esas áreas de oportunidad como buen canal para potenciar sus capacidades que siempre bulleron en su mente y en su corazón".
"Toda crisis es un
parto y ella dio a luz proyectos, desde que inicia su entereza de ser
empresaria mujer en un tiempo que no era común en la década de los años 50, que
se vieron cristalizados y siguen vigentes en nuestra comunidad; no fue como en
el caso también del profesor, su esposo, el ser detectado por el radar o que
los persiguiera al reflector en el escenario lo que les facilitó el envión necesario,
no; fue verdadero Humanismo, Altruismo con interés genuino, es decir, sus
acciones fueron transparentes aunque no todas ellas visibles porque, alejados
del protagonismo, lo suyo era la operación de la tramoya, la procuración de
recursos y elementos tras bastidores, maestros del sacrificio escondido, nunca
persiguieron la fama pública, aunque bien la merecieron y modestamente la
aceptaron, en las distinciones de que fueron objeto en lugares de nuestra comunidad
y terruño.
"Aida Isibasi, desde diversas trincheras, supo llegar a convertirse en ejemplo, en modelo a seguir, supo encaminar a otras personas de bien, como ella, a unirse, a sumar y difundir la esperanza de que se puede y se debe estar mejor.
Probablemente, sean
conocidos y haya registro de sus exhortos, de sus invitaciones, a hacer equipo,
pero definitivamente, el verbo encendido mueve y conmueve, pero el ejemplo
arrastra".
"Punto y aparte
merecería, además de un simple enunciado, que jamás sería suficiente, de sus
logros, de su Legado, el capítulo anecdótico; sin duda habrá quiénes al
escucharnos, al recordarle en la Evocación verán aflorar las emociones y los
sentimientos porque son muchas las personas que tienen un recuerdo grato, un
agradecimiento profundo y eterno hacia sus gestos porque, lo decíamos, no
bastan el conteo de medallas, de placas, de reconocimientos y son pálidos en
comparación de aquel sentimiento que dejaron, de manera indeleble, en los
corazones de quienes le trataron sobre todo de quienes se vieron favorecidos,
de aquellos que los vieron como benefactores como apoyo y como alguien que
siempre les infundió ánimo, esperanza y el coraje necesario y suficiente para
seguir adelante".
"Una mente generosa, compasiva, empática y unas manos que trabajan son una dupla a los que no se les verá rendirse, mucho menos derrotados”.
"Aída y Gustavo
fueron proveedores gustosos, no por obligación, todo lo contrario, por
iniciativa de suplir aquello que bien pudo ser un par de zapatos (o spikes), un
guante de béisbol, una manopla, una careta, el surtido de una receta de
medicamentos; los primeros ejemplos quizá no ilustren necesidades básicas o
apremiantes pero que sí son pequeñas acciones motoras impulsoras de el redoble
de esfuerzos.
La suma de las pequeñas
alegrías quizá nos dé el gran total de la felicidad y quizás así es como se
construye; por otro lado, cuando la situación es de mortificación y de
consecuencia también estuvieron ahí, codo con codo, para el remedio para
contener como un dique un mal incurable quizás precisamente para mantener esa
llama de la esperanza para otras cuestiones mucho más al alcance de las
posibilidades médicas y por supuesto aquello tiene como premisa básica, como
prerrequisito la firme voluntad, el deseo ardiente y la férrea determinación
para no volver a sostener un cigarrillo entre los dedos, el apoyo a la familia,
no solo al afectado del mal, antes sinónimo de sentencia fatal, desaliento y
desahucio, o a quien en ese momento su mente la ocupa en practicar un deporte;
hay de todo en la viña del señor...
Lo que no hay en muchas
personas así, con ese grado de desprendimiento porque es muy fácil dar cuando
algo sobra pero para compartir la única hogaza de pan es menester la buena
entraña".
Nunca pudo darles alcance
la tentación de la vanagloria, jamás les movió interés oculto, antes planearon
el vuelo rasante para evitar el radar; Lo suyo no fue perseguir o dejarse bañar
por el reflector de un escenario, su desenvolvimiento fue tras bambalinas;
dedicados a operar la tramoya. Procuradores discretos del trasvase de
posibilidades desde las arcas más favorecidas a los bolsillos vacíos, cuando no
rotos.
Cierro este somero esbozo
de semblanza dejando intencionadamente de lado la simple enumeración y
enunciado de sus logros y reconocimientos; no es mi intención abrumarlos con
numeralias conocidas y multicitadas, muchísimo, menos el demérito a todo
aquello que persiguieron y alcanzaron, nada más alejado de eso; la finalidad la
intención verdadera de esto es dimensionar a la pareja del Tavo y su Aída como
cómplices en el Apostolado del Servicio al semejante. Su visión innovadora y de
vanguardia, por supuesto compartida, también, su entrega, su conjunción de
esfuerzos arduos y sus obras que son fiel e inmejorable testimonio de
superación de adversidades, de Sinergia y suma de voluntades; mentalidades en
consonancia y a su vez muestra inequívoca de que el valor de las palabras
tiende a cero si no se ven avaladas por Acciones.
Dicho de otra manera, es
un concreto botón de muestra de aquel enunciado, acuñado por la Madre Teresa de
Calcuta: Quien no vive para servir, no sirve para vivir.
Así fue su paso por esta
vida, encomiable y trascendente.
Con ánimo, pasión y
entrega por el deporte... y la Vida... hasta el último aliento...
O como dijera El Maestro...
hasta que caiga el Out 27.
Excelente reseña de tan distinguidas personas: Gustavo y Aída. Sin duda debe ser perpetuable el legado que dejaron a tante gente. Cada vez que escucho anédotas de ellos, más reconozco su sentido humano.
ResponderEliminar